Una pieza rara, concebida como un verdadero objeto de curiosidad. Esta caja porta-incienso de madera está cortada, encerada y ensamblada a mano en nuestro taller de Ginebra, garantizando un saber hacer artesanal y un acabado único. Su tapa calada revela un motivo geométrico de encaje que convierte cada humo de incienso en un espectáculo visual, proyectando sombras y luces como en un teatro en miniatura.

A la vez estética y práctica, la caja protege tus superficies y recoge perfectamente las cenizas. Es compatible tanto con varillas de incienso como con conos de incienso, ofreciéndote la libertad de variar rituales y ambientes. Al arder en el interior, el incienso libera lentamente sus volutas perfumadas con elegancia, creando una atmósfera propicia para la meditación, el ritual o la simple relajación.

Cada detalle ha sido pensado para hacer de este objeto más que un accesorio: una pieza decorativa y simbólica que encuentra naturalmente su lugar en un altar personal, un gabinete de curiosidades o un interior esotérico. Más que un porta-incienso, es una invitación a saborear el instante y envolver tus gestos cotidianos con un velo de misterio y poesía.