Un objeto que parece salido de un antiguo ritual, entre magia pagana y gabinete de curiosidades. Este porta-incienso de madera grabada está cortado, encerado y ensamblado a mano en nuestro taller de Ginebra, cada detalle lleva la huella del saber artesanal. En la parte superior se alza un cráneo de ciervo con astas imponentes, símbolo de fuerza, conexión con la naturaleza y anclaje a los ciclos antiguos.

El soporte largo y profundo recoge cuidadosamente las cenizas de las varillas de incienso, mientras que las runas grabadas invocan protección y guía. Más que un simple accesorio, es un verdadero compañero ritual, ideal para acompañar meditaciones, trabajos esotéricos o momentos de recogimiento.

Cada pieza es única, entre objeto decorativo y talismán simbólico, y encuentra naturalmente su lugar en un altar personal, en un gabinete de curiosidades o en un espacio de práctica espiritual.

Un porta-incienso que no es solo práctico, sino un artefacto impregnado de misterio y poesía, destinado a quienes desean infundir en sus gestos cotidianos poder ritual y belleza salvaje.