Un objeto que parece salido directamente de un antiguo grimorio. Este porta-incienso de madera grabada está cortado, encerado y ensamblado a mano en nuestro taller de Ginebra, combinando precisión artesanal e imaginación esotérica. En su parte superior se alza un gato misterioso, envuelto en un manto de estrellas y con un sombrero de mago, sentado en una media luna adornada con símbolos.

A lo largo del soporte, una constelación de pequeñas estrellas se extiende hasta el canal alargado que recoge las cenizas de los inciensos. Cada voluta perfumada se convierte en un encantamiento, transformando rituales, meditaciones o momentos de recogimiento en verdaderas ceremonias llenas de magia.

A la vez práctico y decorativo, este porta-incienso es una pieza única y simbólica, que encuentra naturalmente su lugar en un altar personal, en un gabinete de curiosidades o en un interior esotérico. Más que un accesorio, se convierte en un talismán, compañero de prácticas espirituales y guardián silencioso de los sueños.