Un objeto que parece creado para los iniciados en los misterios antiguos. Este porta-incienso de madera grabada está cortado, encerado y ensamblado a mano en nuestro taller de Ginebra, combinando la precisión artesanal con la energía de la geometría sagrada. En su cima se alza la Merkaba, una estrella tetraédrica tridimensional, como talismán de luz y protección, símbolo de elevación espiritual y conexión cósmica.

A lo largo del soporte, delicados grabados revelan la Flor de la Vida, estrellas y círculos misteriosos. Cada varilla de incienso, al consumirse, transforma su humo perfumado en un soplo sagrado, recordando la armonía entre el hombre y el universo.

Más que un simple accesorio, este porta-incienso es una pieza única, práctica y simbólica a la vez, que recoge cuidadosamente las cenizas y afirma su lugar en un altar, en un gabinete de curiosidades o en un interior esotérico. Un objeto raro, concebido como verdadero compañero ritual y puente entre lo visible y lo invisible.