Este colgante en forma de media luna, finamente trabajado en metal plateado, encarna la conexión entre el cosmos y las fuerzas interiores. En el centro de la luna, delicados fragmentos de piedras naturales simbolizan los siete chakras, cada uno aportando su vibración específica para favorecer el equilibrio energético.

La luna, arquetipo de la intuición y lo femenino sagrado, se convierte aquí en un cofre celestial donde se armonizan las energías de amatista, lapislázuli, aventurina, calcita, ojo de tigre, cornalina y granate (según el colgante). Juntas, estas piedras forman un arcoíris vibratorio que favorece la meditación, la protección y la elevación espiritual.

Llevado cerca del corazón, este colgante no es solo estético: actúa como un talismán energético, equilibrando el aura y estimulando la alineación de los chakras. Con su cadena/cordón negro trenzado, se adapta tanto al uso diario como ritual.

Cada colgante es único por la disposición y el tono de las piedras, lo que lo convierte en un verdadero compañero en el camino hacia la armonía interior.