En esta poderosa representación, la Santa Muerte aparece con un estilo fuerte y mariano, similar al de la Virgen de Guadalupe, pero transfigurado por la simbología de la Muerte. Envuelta en un velo negro estrellado y una túnica roja intensa, se mantiene erguida con las manos juntas en oración. El halo llameante que la rodea actúa como una aura de poder y devoción, marcando su autoridad espiritual e inspirando recogimiento.

Esta novena es ideal para quienes buscan apoyo espiritual y protección en momentos de cambio, pérdida o introspección. La postura orante de la Santa Muerte refuerza la idea de una intercesión silenciosa y de una presencia compasiva. Puede utilizarse en rituales de amor profundo, protección emocional, fidelidad o sanación del corazón.

En la parte trasera de la vela hay una oración, que puede recitarse a lo largo de los nueve días. Actúa como un vínculo vivo con la Santa Muerte, canalizando intenciones y facilitando el diálogo entre el mundo material y las fuerzas invisibles. La llama se convierte en una ofrenda, un testigo luminoso de tu fe y tus peticiones.

Esta vela ritual está disponible en varios colores, cada uno relacionado con un aspecto del poder de la Santa Muerte:

– Blanco: purificación, paz interior, sanación, bendición
– Rojo: amor, pasión, protección emocional
– Negro: justicia, defensa, regreso contra enemigos
– Dorado: prosperidad, suerte, éxito material
– Azul: sabiduría, paciencia, paz mental, reconciliación y comprensión

Hecha con cera vegetal 100 %, esta novena puede arder durante unos nueve días sin interrupción. Se puede acompañar con ofrendas tradicionales: tabaco, alcohol, flores, incienso o mensajes escritos. Es ideal tanto para altares como para espacios de oración personal, ya sea en devoción, magia espiritual o agradecimiento.