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Tu puerta a tesoros místicos y maravillas alquímicas.
Tu puerta a tesoros místicos y maravillas alquímicas.
Vela ritual dedicada a equilibrar los siete chakras. Su llama abre un pasaje entre lo material y lo sutil, recentra, calma y restablece el flujo de la energía vital. En la cera, finos fragmentos de piedras naturales —de raíz a corona— liberan su vibración durante la combustión: arraigo, creatividad, confianza, corazón abierto, palabra clara, intuición afinada y conexión espiritual. Úsela para meditar, realinearse o en momentos de estrés. Enciéndala con intención, apáguela con gratitud. No la deje sin vigilancia. Retire las piedras cuando aparezcan y consérvelas como talismanes energéticos.
Desde siempre, la llama ha sido una guía: ilumina nuestras zonas de sombra, disipa las turbulencias y recuerda al alma el camino hacia el centro. Encender una vela ritual es mucho más que crear luz — es abrir un pasaje hacia la armonía, tender un puente entre la materia y la energía sutil.
Esta vela, elaborada por L’Emporium Alchimique, está dedicada al equilibrio total de los siete chakras, los centros energéticos que orquestan la sinfonía de nuestro ser.
Cada chakra corresponde a una frecuencia, un color y una vibración únicos. Cuando se desajustan, pueden aparecer tensiones, bloqueos y cansancio, debilitando tanto el cuerpo como el espíritu. Encender esta vela invita a los siete centros a recuperar su alineación natural, permite que la energía vital fluya libremente y apoya cualquier práctica espiritual, ya sea meditación, yoga o sanación. También es un momento de enraizamiento y elevación, en el que uno se recentra para abrirse más plenamente.
En la cera se han integrado finos fragmentos de piedras naturales, cada una dedicada a uno de los chakras. El granate y el jaspe rojo nutren el enraizamiento y la estabilidad del chakra raíz. La cornalina despierta la creatividad y el deseo en el chakra sacro. La citrina refuerza la confianza y la voluntad, iluminando el plexo solar. La aventurina verde abre el corazón al amor y la compasión. El lapislázuli favorece la expresión sincera y libera la voz en el chakra de la garganta. La amatista aclara la mente y afina la intuición activando el tercer ojo. Finalmente, el cuarzo transparente conecta el chakra corona con la dimensión espiritual, iluminándolo.
A medida que la vela arde, estas piedras liberan su sutil vibración, trabajando en profundidad sobre los cuerpos energéticos.
Esta vela es perfecta cuando uno se siente disperso o fragmentado, antes de un ritual o una meditación que requiera centrarse, o durante períodos de estrés y confusión. Puede acompañar el desarrollo espiritual, el trabajo de armonía emocional o la exploración de las capacidades intuitivas.
En un espacio tranquilo, coloque la vela frente a usted y, si lo desea, un cristal de cuarzo transparente a su lado para amplificar su acción. Encienda la llama pronunciando: «Por esta llama sagrada, armonizo mis siete soles interiores.» Cierre los ojos y visualice cada chakra iluminándose a su turno con su color, desde el más bajo hasta el más alto, como si en su interior se formara una columna de luz arcoíris. Respire profundamente, deje que la energía fluya libremente y sienta cómo se establece la alineación. Después de unos minutos, apague suavemente la llama expresando gratitud.
Nunca deje una vela encendida sin supervisión. Retire las piedras una vez liberadas de la cera y consérvelas como apoyo energético. No consuma los cristales. Utilice siempre esta vela en un contexto sagrado y consciente.
«La armonía no es un estado fijo,
es una danza entre todas las fuerzas del ser.»
— L’Emporium Alchimique
Ficha técnica
Referencias específicas
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