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Tu puerta a tesoros místicos y maravillas alquímicas.
Tu puerta a tesoros místicos y maravillas alquímicas.
Póster A3 inspirado en un visual auténtico de México. Santa Muerte aparece como símbolo de devoción marginal y poder sagrado. Ideal para altares, espacios místicos o decoración alternativa. Disponible con o sin marco, para quienes caminan entre la fe y la sombra.
En los callejones ardientes de Ciudad de México, entre muros cubiertos de grafitis y altares improvisados, a veces aparece la imagen de una diosa que no lo es — una santa no reconocida, adorada en la sombra por aquellos que el mundo olvida o condena. Esa figura es Santa Muerte, “la Santa Muerte”. Ni ángel ni demonio, es oración y amenaza, bálsamo y cuchilla, consuelo y sentencia.
Este impactante póster en formato A3 (29,7 x 42 cm) es una reproducción inspirada en un visual auténtico visto en México, en un barrio popular donde los altares dedicados a Santa Muerte florecen en las esquinas, rodeados a menudo de armas, flores, velas y fotos de los desaparecidos.
La composición gráfica, cuidadosamente elaborada con el espíritu de un exvoto urbano, representa a Santa Muerte en actitud de oración, envuelta en un manto blanco brillante bordeado de rojo sangre. Detrás de ella, un halo de armas automáticas forma una corona herética, mientras que un lecho de cráneos humanos estilizados recuerda su papel como guardiana de las almas perdidas, los condenados, los olvidados. En lo alto, una corona de rosas rojas evoca las ofrendas y las pasiones, el amor y la violencia. Todo está enmarcado por una ornamentación oscura, barroca, casi metálica — como un icono del caos sagrado.
La banda inferior proclama con orgullo: « Santa Muerte », caligrafiada como una firma sagrada y rebelde. Esta imagen poderosa, inquietante para algunos, es un verdadero objeto de contemplación mística y política — un manifiesto visual sobre los vínculos entre la fe popular, la justicia marginal y la violencia sistémica.
Santa Muerte no juzga. Acoge. Vigila a los excluidos, a las almas perdidas, a los sobrevivientes. En un mundo en guerra, es la justicia que los tribunales ya no ofrecen, la paz que se implora en las calles, la mirada que no se aparta del dolor humano. Este póster no es solo una imagen: es una invocación gráfica, un espejo de nuestra relación con la muerte, el poder y la fe.
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