La leyenda de Perséfone

En la mitología griega, Perséfone — también conocida como Koré — es la amada hija de Deméter, diosa de la cosecha, y Zeus, rey de los dioses. Su vida cambia para siempre cuando Hades, soberano del Inframundo, la rapta para hacerla su esposa.

Tras largas negociaciones entre los dioses, se llega a un acuerdo: Perséfone pasará parte del año con su madre, devolviendo así la luz y la fertilidad al mundo, y la otra parte en el reino subterráneo, marcando el regreso del invierno. Este mito establece el ciclo eterno de las estaciones e ilustra la transformación perpetua de la vida.

Una figura de dualidad y transformación

Perséfone encarna la frontera entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos. Es tanto la doncella de la primavera, símbolo de renacimiento, como la Reina del Inframundo, guardiana de los misterios. Esta dualidad la convierte en una figura poderosa dentro de la simbología esotérica: representa el paso iniciático, la capacidad de renacer tras las pruebas y la sabiduría adquirida en la oscuridad. Para los practicantes, es una guía en trabajos relacionados con la transformación, los ciclos de la vida, las energías ocultas y la conexión con el más allá.

Los detalles de nuestra creación artesanal

Esta estatua de Perséfone es una pieza diseñada y realizada en el taller de L’Emporium Alchimique. Cada ejemplar está hecho en resina de alta calidad que captura fielmente cada detalle — desde la delicadeza de sus rasgos faciales hasta la textura de su vestido.
La pintura, realizada completamente a mano, imita con sutileza el aspecto del bronce antiguo, realzada con matices y pátinas que aportan profundidad a la escultura. Los símbolos grabados en la base — pentáculo, luna creciente, motivos ocultos — refuerzan la dimensión mística de la pieza.

Una presencia fuerte para tu espacio sagrado

Colocada en un altar, se convierte en un punto focal durante los rituales relacionados con la transformación, la guía espiritual o el ciclo de las estaciones. En un gabinete de curiosidades, atrae la mirada y despierta admiración con su porte y su aura misteriosa. Su energía es a la vez reconfortante y poderosa, invitando a la contemplación y la introspección.